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La competencia globalizada exige, hoy por hoy, que los trabajadores posean características tales como la inteligencia social y emocional, flexibilidad, adaptabilidad, desempeño y performance A1, logros, capacidad de comunicación, etc.
Pero no basta con tener todas estas cualidades.
Lo fundamental es saber venderlas a través de una buena imagen personal: mostrarlas a los demás destacando, sin engañar, nuestros puntos fuertes. Antes de ello, es indispensable conocerse uno mismo – cuáles son mis conocimientos, experiencia, habilidades personales, cuál es mi proyecto profesional, en qué tipo de empresa quiero trabajar, etc.
El primer paso para venderse con éxito es construir una imagen personal sin alterar nuestra personalidad, ni ocultarla y manteniéndonos siempre naturales fieles a nosotros mismo. Esta imagen es creada a partir de los elementos que el resto de gente puede percibir, como la forma en que vestimos, en que hablamos, en que miramos, escribimos, gesticulamos y actuamos.
El segundo paso en nuestra estrategia de colocación laboral es tener un currículum bien redactado; el tercero, moverlo de una oferta de empleo a otra y a través de nuestras redes de contacto o networking. La prueba de fuego para el éxito en el marketing personal es, inevitablemente, la entrevista de trabajo. Consecuentemente, el resultado final dependerá de nuestras habilidades de comunicación, sobre todo la comunicación persuasiva, es decir, facilitar el diálogo con los demás. Esto se logra cuando prestamos mucha atención a lo que nos dicen, y sabemos interpretarlo (qué se necesita de nosotros).
Estas son sólo algunas recomendaciones que no garantiza el éxito al 100% pero sí ayuda a llegar a alcanzarlo.
Fuente: Universia Perú
La competencia globalizada exige, hoy por hoy, que los trabajadores posean características tales como la inteligencia social y emocional, flexibilidad, adaptabilidad, desempeño y performance A1, logros, capacidad de comunicación, etc.Pero no basta con tener todas estas cualidades.
Lo fundamental es saber venderlas a través de una buena imagen personal: mostrarlas a los demás destacando, sin engañar, nuestros puntos fuertes. Antes de ello, es indispensable conocerse uno mismo – cuáles son mis conocimientos, experiencia, habilidades personales, cuál es mi proyecto profesional, en qué tipo de empresa quiero trabajar, etc.
El primer paso para venderse con éxito es construir una imagen personal sin alterar nuestra personalidad, ni ocultarla y manteniéndonos siempre naturales fieles a nosotros mismo. Esta imagen es creada a partir de los elementos que el resto de gente puede percibir, como la forma en que vestimos, en que hablamos, en que miramos, escribimos, gesticulamos y actuamos.
El segundo paso en nuestra estrategia de colocación laboral es tener un currículum bien redactado; el tercero, moverlo de una oferta de empleo a otra y a través de nuestras redes de contacto o networking. La prueba de fuego para el éxito en el marketing personal es, inevitablemente, la entrevista de trabajo. Consecuentemente, el resultado final dependerá de nuestras habilidades de comunicación, sobre todo la comunicación persuasiva, es decir, facilitar el diálogo con los demás. Esto se logra cuando prestamos mucha atención a lo que nos dicen, y sabemos interpretarlo (qué se necesita de nosotros).
Estas son sólo algunas recomendaciones que no garantiza el éxito al 100% pero sí ayuda a llegar a alcanzarlo.
Fuente: Universia Perú
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