Cuando nos dirigimos a una persona, la presentamos o le escribimos una carta, es fundamental conocer su tratamiento adecuado. Este tratamiento es un símbolo de respeto y cortesía que se viene utilizando desde hace muchos siglos atrás.
Existen tratamientos como el de Excelentísimo (Excmo.) o de Ilustrísimo (Ilmo.) que se suelen otorgar a los personajes de alto cargo político, como los Presidentes, Embajadores o los Ministros. Pero no sólo ellos se los merecen, al Papa se le da el tratamiento de Su Santidad (S.S.) o Padre Santo y así podemos encontrar uno o varios tratamientos para cada cargo.
Sin embargo, el tratamiento más utilizado sigue siendo el Señor y Don. ¿Cuándo usarlos? Siempre que hagamos referencia a una persona por su nombre de pila, utilizaremos en Don, y si es por su apellido, el Señor. Lo mismo ocurre con con el Señora o Doña. Por último, el tratamiento de Señorita se utiliza sólo para mujeres jóvenes y solteras (o sin hijos). Pero ante la duda, será mejor utilizar el tratamiento de Señora.
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